Cuando respiramos tranquilos y siendo consciente de ello, le mandamos al sistema nervioso la sensación de control, y nuestros sistemas más primitivos de reacción ante los peligros (huir o luchar para defenderse) ya no son necesarios. Todo está bajo control para nuestro cuerpo si controlamos la respiración.
Por eso cuando estamos nerviosos, en el cole respiramos de 3 a 5 veces, cogiendo aire despacito por la nariz, sosteniéndolo un poco arriba (y en los pulmones) y luego poco a poco lo soltamos por la boca.
Con "El monstruo de los colores", asociamos color a las emociones más básicas. Ahora, estamos empezando a "respirar colores" dependiendo de lo que sentimos. Este es nuestro código (para padres, a los niños se lo simplificamos o señalamos la zona a donde imaginariamente se dirige el aire):
Enfado: respirar color verde, llega al hígado y se colorea de este tono; luego espirar violeta.
Miedo: respirar aire azul, que llega hasta los riñones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario